Los combustibles o carburantes de los vehículos y otros medios de transporte son de las sustancias más contaminantes para el medio ambiente, debido a la cantidad de gases que emiten y que aceleran el cambio climático. Entre los más comunes están la gasolina o el gasóleo. Esto se suma a que cada vez son más los vehículos que recorren nuestras carreteras, especialmente en las grandes ciudades, aumentando así la emisión de contaminantes. Debido a estos hechos, se quiere apostar cada vez más por el uso de alternativas a estos combustibles.
Hablamos de los combustibles de origen orgánico, los biocarburantes. Un tipo de energía que se encuentra en crecimiento y que en los últimos años se ha posicionado como el conjunto de energías renovables que más empleos ha creado.
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Biocarburantes, un tipo de biomasa
Los biocarburantes o biocombustibles son una tipo de energía renovable que proviene de la biomasa, aquella materia de origen orgánico (ya sea animal o vegetal) que nos sirve para obtener energía. En este caso en concreto, los biocarburantes son unos combustibles sólidos, gaseosos o líquidos de origen orgánico que tienen las propiedades adecuadas para sustituir a los combustibles fósiles como fuente de energía en los vehículos y otros medios de transporte.
Los biocombustibles suponen un tipo de energía renovable y respetuosa con el medio ambiente, así como carente de perjuicios para la salud de las personas, al contrario que los combustibles fósiles. Son, por tanto, una muy buena alternativa al empleo de esas fuentes.
Aunque al quemarse estos combustibles liberan CO2, estas son emisiones netas de carbono, por lo que el impacto en la naturaleza es mínimo. Tampoco contienen azufre, por lo que no provocan la lluvia ácida que sí provocan los combustibles fósiles.
A día de hoy, los carburantes que más se emplean vienen de diferentes plantas, siendo la mejor opción cuando hablamos del uso a corto plazo. Se trata de biocarburantes destilados a partir de productos agrícolas que poseen propiedades caloríficas muy similares a los de las fuentes fósiles. Debido a esto, con el paso de los años se han ido cultivando cada vez más plantas con el objetivo de emplearlas en concreto para este fin. Algunas de las más comunes son el maíz, la caña de azúcar, el trigo, la remolacha, las semillas de soja, la mandioca o el sorgo, entre muchas otras.
Existen diferentes tipos de biocarburantes
Como ya hemos mencionado, podemos encontrar biocombustibles sólidos, líquidos o gaseosos. En el primer grupo se encontraría por ejemplo la madera, en el segundo aceites o alcoholes, y en el tercero el biogás. En este artículo nos vamos a centrar en los biocarburantes líquidos, concretamente en los más empleados a nivel mundial: el bioetanol, el biodiesel y el hidribiodiesel.
El bioetanol
Se trata de un tipo de biocarburante líquido que se encuentra dentro del grupo de los alcoholes etílicos. El bioetanol es un sustituto de la gasolina que proviene de productos agrícolas o vegetales que han sufrido transformaciones químicas en procesos de combustión. Los productos de los que se obtiene este combustible orgánico tienen que ser ricos en azúcares o almidón, por eso entre los más empleados para obtener bioetanol encontramos la caña de azúcar, la remolacha, los cereales o el sorgo.
Para emplear este biocarburante en motores, lo que se suele hacer es mezclarlo con gasolina en diferentes proporciones. En el caso de querer emplearlo en motores convencionales de gasolina, la cantidad que se añade es un 5%, por otro lado, para motores que han sido modificados hablamos de cifras mucho más elevadas: desde un 85% hasta incluso un 100%, es decir, bioetanol puro.
El biodiesel
Nos centramos ahora en el biodiesel, también un tipo de biocarburante líquido que en este caso hace las veces de sustituto del gasóleo fósil. Al igual que el bioetanol, este combustible procede de cultivos y plantas, pero también puede ser de origen animal. En ambos casos, lo que se utilizará para obtener biodiesel serán los aceites y las grasas, puesto que se compone de éster metílico o alquílico de ácidos grasos. En el caso de las plantas empleadas para la obtención de biodiesel encontramos aquellas ricas en aceites, como son el girasol, la soja o la colza.
Estos aceites vegetales (al igual que si se emplearan grasas animales) poseen unas propiedades muy similares a las del gasóleo procedente del petróleo. Es por esto que el biodiesel es un combustible que se usa en motores de compresión mezclado con el gasoil en diferentes proporciones. Normalmente, en los coches se suele añadir un 5% de biodiesel, mientras que en los motores de autobuses urbanos la mezcla alcanza el 30%. Al igual que ocurre con el bioetanol, cuando hablamos de motores modificados, se puede emplear biodiesel puro, al 100%.
El hidrobiodiesel
Por último, hablamos del hidrobiodiesel. Este tipo de combustible es muy parecido al anterior, ya que también tiene su origen en los aceites de las plantas o las grasas animales, pero en este caso tratados con hidrógeno. Con ello, se obtendrán hidrocarburos con propiedades similares a las del gasóleo, por lo que el hidrobiodiesel actúa como alternativa de este, y al igual que los anteriores, se podrá emplear en motores tanto en mezclas con gasóleo como de forma pura.
Ventajas del uso de biocarburantes
El principal beneficio del empleo de biocarburantes en lugar de combustibles de origen fósil es la reducción en la emisión de contaminantes y gases de efecto invernadero que perjudican el medio ambiente. Suponen un tipo de energía renovable y limpia ya que proceden de plantas o animales, considerándose así un tipo de biomasa, pero que por su importancia son tratados individualmente.
Es importante que cada vez se apueste más por el uso de estos biocombustibles en vehículos de todo tipo. Al ser una alternativa al empleo de combustibles fósiles en el transporte, se estarían reduciendo considerablemente las emisiones de CO2 a la atmósfera sobre todo en grandes entornos urbanos, que con frecuencia son los más afectados por la contaminación debido alamplio volumen de medios de transporte que circulan por sus carreteras.