La atmósfera terrestre es la base de la vida en la Tierra y lo que más debemos proteger mediante el uso de energías renovables. El cambio climático es el mayor desafío para nuestra vida en el planeta y para el aire que respiramos.
Tabla de contenidos
El papel de la atmósfera
La Heterosfera, también llamada la Alta Atmósfera de la Tierra o Ionosfera, es crucial en su papel de «tapa» o «filtro» de la energía solar que recibe el planeta. La energía solar procedente del sol interactúa con los gases (como el oxígeno y el nitrógeno) de nuestra atmósfera, haciendo que interactúen y se conviertan en un escudo planetario.
Además, la atmósfera es responsable de una amplia gama de otros fenómenos ambientales, como la formación de nubes, el viento y las corrientes oceánicas. Esto se puede ver en acción cada vez que soplan los vientos. Cuando los vientos soplan a través de los océanos, por ejemplo, se forman nubes. La atmósfera es un reflejo de las actividades de la Tierra. Cada año, seguimos «bloqueando» más y más la energía del sol. A algunos científicos les preocupa que pueda producirse una especie de derrumbe de la protección natural que tenemos contra el calor y las tormentas.
Capas de la atmósfera y su composición
Independientemente del grosor de las capas que componen la la atmósfera, una cosa es cierta: el dióxido de carbono debe estar ahí porque el oxígeno es un elemento que necesitamos para respirar. La mayoría de los gases de la atmósfera no sólo son volátiles, sino que son perjudiciales para nuestras vías respiratorias. El dióxido de carbono es el más frecuente en la atmósfera hoy en día porque es una parte vital de nuestro aire respirable.
Además ese CO2 es el que permite que la temperatura del planeta se mantenga en unos niveles estables para que sea la vida en la Tierra.
La troposfera:
Como vemos en la imagen de introducción, la troposfera es la capa más baja de la atmósfera, con una altura entre los 12 y 18km desde el suelo de la tierra aproximadamente y que concentra la mayor parte de la masa que compone la atmósfera (alrededor del 75%).
Prácticamente todos los fenómenos meteorológicos ocurren en esta fina capa de la atmósfera terrestre. Las nubes, las partículas de polvo en suspensión, la mayor parte del vapor de agua… se encuentran en su mayoría en la troposfera.
La estratosfera:
Esta capa de la atmósfera tiene un groso aproximado de entre los 10-50km y separa la troposfera de la mesosfera. Pero si por algo se conoce la estratosfera es por la capa de ozono. Esta capa de ozono, que actúa como un escudo de la radiación ultravioleta procedente del sol, se crea cuando esa radiación ultravioleta (UV) rompe las moléculas de oxígeno (O2), presentes en la atmósfera, en dos moléculas de oxígeno. Posteriormente, cuando uno de esos átomos rotos choca con una molécula de O2, es cuando se forma el ozono (O3).
La mesosfera:
La mesosfera se encuentra entre la termosfera y la estratosfera. «Meso» describe la capa más alta de la atmósfera en la que todos los gases están igualmente mezclados.
Los 35 km de la atmósfera media se conoce como mesosfera. Como el aire de la mesosfera es escaso, no se podría respirar con facilidad. Sin embargo, la abundancia de gas en esta capa es mayor que en la termosfera.
¿Ha presenciado alguna vez una lluvia de meteoritos, en la que las estrellas fugaces desaparecen en el aire y luego surcan el cielo? En realidad son meteoros que al llegar a la mesosfera, por la fricción que causan con los gases presentes en esa capa, crean calor y consiguen fundir esas pequeñas rocas procedentes del espacio exterior.
La Ionosfera:
Es la penúltima de las capas de la atmósfera, también llamada «termosfera», que se sitúa entre los 80 km hasta los 600km de altitud. Tiene la particularidad que actúa como un escudo protector de cualquier objeto que provenga del espacio como los meteoritos, pues son destruidos al tratar de atravesar esta capa de la atmósfera. Además de esto, es la capa donde se absorben los rayos X y los gamma provenientes del espacio y, debido a la alta energía de estas radiaciones, esto provoca un aumento de la temperatura en esa zona de la atmósfera.
La Exosfera, la última capa:
La exosfera es la capa más alta de la atmósfera, la más alejada de la superficie terrestre y la que se encuentra en contacto directo con el espacio exterior. Es aquí donde encontramos los satélites artificiales (para las señales de televisión, móviles…) que orbitan alrededor del planeta y se extiende desde los 600kW hasta más allá de los 5000-10.000km.
Gases y CO2:
Respiramos por la nariz hasta la parte posterior de la garganta. El CO2 es absorbido por nuestros tejidos y, al ser inhalado, entra en nuestro torrente sanguíneo, en las células y provoca un exceso de azúcares en la sangre, radicales libres y, por tanto, eleva nuestra presión arterial.
Sin oxígeno, las formas de vida en la tierra no podrían vivir.
El aire está compuesto por un 99,3% de nitrógeno, un 0,7% de oxígeno y trazas de argón, helio e hidrógeno.
La atmósfera de la Tierra está formada por seis gases primarios. El dióxido de carbono (CO2) es el más abundante.
El metano (CH4)
Argón (Ar)
Nitrógeno (N2)
Oxígeno (O2)
La atmósfera exterior es la magnetosfera, hecha de plasma. La magnetosfera está siempre en movimiento. Las ondas electromagnéticas, causadas por las erupciones o tormentas solares procedentes del espacio extetior, atraviesan la magnetosfera y afectan a la ionosfera, donde la presión atmosférica es la más baja. En el límite entre la magnetosfera y la atmósfera superior, las líneas de campo magnético se doblan para formar un campo magnético continuo. Una línea es un eje, y si la línea de campo se curva como un ocho, puede girar.
La atmósfera terrestre y la luna
La nasa descubrió recientemente que la capa de gas que rodea nuestro planeta tiene un radio de más de 630.000 km. Es decir, que la luna orbita dentro dentro de la atmósfera de nuestro planeta.
El papel de la atmósfera en el cambio climático
El 80% del calor atrapado por los gases de efecto invernadero se encuentra en la atmósfera, lo que significa que la atmósfera es directamente responsable de aproximadamente la mitad de nuestro calentamiento global. Los océanos, al ser la mayor masa de agua superficial del planeta, son responsables de la mayor parte del calentamiento global y el océano se está calentando al doble de velocidad que la tierra.
Las temperaturas de la superficie del mar están en su punto más alto de los últimos 50 años debido al efecto invernadero, consecuencia de la actividad humana.
La atmósfera terrestre se compone también de vapor de agua, que constituye alrededor del 78% de la cantidad total de gas en la atmósfera y alrededor del 5% de la masa total.
Por lo tanto, el papel del ser humano en la atmósfera y en el cambio climático es crítico.